En balsas remadas, el recorrido lo lleva hasta el lecho del río Tatuamunha, hasta el Santuario del Manatí, donde el animal encuentra refugio y protección en la comunidad ribereña y en los técnicos del ICMBio y de la APA Costa dos Corais.
Saliendo de la sede de la Asociación, situada en la avenida principal de la pequeña aldea, todavía en el casco urbano de Porto de Pedras, los turistas se dirigen en calesa hasta el lecho del río Tatuamunha, donde se embarcan con un guía en la balsa.
El manatí impresiona por su tamaño, pero es un animal dócil. Tanto es así que en ocasiones se siente a gusto y se abraza a la balsa, para deleite de los visitantes. Los guías, antiguos pescadores que ahora trabajan con este turismo de observación, explican a lo largo de la experiencia la historia del lugar, el funcionamiento del recorrido y el cuidado de los animales.
Todo el camino es increíblemente hermoso, con vegetación autóctona, diversas aves de la región y una calma que agrada a todos.
Curiosidades
Fundada en julio de 2009, la Asociación Comunitaria Manatí ya ha cuidado y mapeado a más de cien animales y trabaja con la educación ambiental en escuelas de la región, acercando a estudiantes y profesores a conocer el animal y el manglar, además de atender a los turistas. de todo el mundo, Brasil y varios lugares del exterior, principalmente Holanda, Francia y Suiza.